lunes, 21 de noviembre de 2011

Seurat: sobre Un baño en Asnières


    Un baño en Asnières, Galería Nacional de Londres.

Retrato de un placer cotidiano
Seurat capturó el momento a la perfección, pero jamás imaginó hasta qué punto su obra maestra cautivaría nuestros corazones
El cuadro muestra un grupo de personas ordinarias que reposan a la orilla del río Sena, cerca de un humoso suburbio industrial, en el noroeste de París.
Están disfrutando del sol en un día de descanso habitual; un breve receso en la rutina del trabajo. A no ser por su indumentaria, bien podrían confundirse con una familia cualquiera, en un río de cualquier lugar del mundo.

El autor de esta obra fue un joven retraído que no destacó en la escuela de pintura, que casi no recibió elogios por parte de la crítica y que murió a los 31 años sin haber hecho fortuna.
Sin embargo, Un baño en Asnières, de Georges-Pierre Seurat, quien la concluyó cuando apenas tenía 25 años, es hoy considerada una de las obras maestras de fines del siglo XIX, y una de las joyas de la Galería Nacional de Londres. En 1997, en una encuesta, los lectores del Independent on Sunday la situaron en el séptimo lugar entre las pinturas más populares de Gran Bretaña.

Ese mismo año, Un baño en Asnières fue el tema de una exposición de la Galería Nacional, la cual incluyó muchos de los bocetos y estudios de Seurat. Éstos son magníficos, y solo un genio como él habría podido realizarlos en unos cuantos días.

Georges Seurat nació en París el 2 de diciembre de 1859. Su padre, Antoine, fue un funcionario menor en la corte. Hombre acomodado y de una religiosidad profunda, Antonie era muy reservado, virtud que heredó a su hijo. Durante gran parte del año se alejaba de su familia y se alojaba en una casita en Le Raincy, a 11 kilómetros de París.

Desde los siete años, Georges hacía excelentes dibujos a lápiz, algunos de los cuales aún se conservan.
A los 16 se inscribió en la escuela munincipal de dibujo de la localidad, y dos años después ingresó en la Escuela de Bellas Artes.

En marzo de 1878 ocupaba el lugar 67 entre los estudiantes, y en agosto estaba diez sitios más abajo. Un año después ni siquiera figuraba en la lista. Al parecer, sus maestros no pudieron con su talento extraordinario.

En una de las dos únicas  fotografías que se conservan de él aparece con barba larga y bien cuidada. Tenía el cabello negro y rizado; la frente, amplia; los ojos, oscuros, de mirada inteligente, muy separados, y la nariz, larga y recta.

                          Georges-Pierre Seurat.

Seurat solía pasear por las calles vestido impecablemente, con un sombrero de copa que le daba un aspecto tan solemne, que el pintor Edgar Degas le decía "el notario". Tenía pocos amigos y jamás se casó.

Al igual que su padre, empero, llevaba una vida secreta. En el apartamento donde tenía su estudio alojaba a su bella y sensual amante, una joven obrera, pobre e ingenua. llamada Madeleine Knoblock No les hablaba de ella ni a sus amigos ni a su familia, y como casi todas las noches iba a cenar con su madre, nadie sospechaba de su existencia.

En contraste con la personalidad de Georges Seurat , Un baño en Asnières - un enorme lienzo de unos dos metros de largo por tres de ancho - es una obra de estilo y sensibilidad transparentes y definidos. En ella no hay símbolos, ni subterfugios, ni significados ocultos. Todo es diáfano y luminoso.

La obra terminada en la primavera de 1884, constituyó una transición entre el realismo de los impresionistas y la distorsión de forma y motivos que distinguió al modernismo. Causa admiración que el autor haya hecho diez bocetos y 14 pruebas para pintarla, además de varias decenas de obras menores que también le fueron útiles. Por sí solo, ese arduo trabajo preliminar fue sumamente meritorio.

No obstante, como ha ocurrido con otras obras maestras en la historia del arte, el cuadro debió salvar muchos escollos para recibir el beneplácito de los conocedores. El Salón, que era la sede del "buen arte" en París, rehusó exhibirlo , por lo que Seurat lo envió a la Exposición de Artistas Independientes, en las Tullerías, donde lo colgaron en una pared del bar.

La obra retrata el ocio de la vida en los suburbios tal como es. Niños y adultos descansan a la orilla del río o se sumergen en sus aguas; al fondo se observa una fea fábrica, chimeneas humeantes y un puente.

No es la escena de un típico día de campo, ni muestra un regocijo artificial. Al contrario, varios elementos le dan naturalidad, como el chico pelirrojo que parece un poco aburrido. Un amigo de Seurat llamó a la obra "una Arcadia doméstica". 

Un baño en Asnières revela un absoluto dominio del color y gran diversidad al plasmar cuerpos y rostros. No hay dos personas que tengan el pelo del mismo color. Todos los atuendos son de tonos distintos. Los únicos objetos de igual color son la cinta del sombrero de paja de la mujer y el gorro del chico de la derecha. La principal aportación de Seurat es la cuidadosa fragmentación que hace de textura, luz y color, lo cual se aprecia sobre todo en el agua resplandeciente, trémula a causa de una brisa que apenas hincha las velas de los botes.

A esa revolucionaria teoría del color, que desarrolló junto con Paul Signac, su amigo y alumno, se le conoció como divisionismo y más tarde como puntillismo, término que a Seurat le parecía inadecuado. Estaba convencido de que podía obtener mejores colores secundarios si daba a la tela pequeños toques con colores primarios a fin de formar puntos contiguos. Para crear el verde, por ejemplo, yuxtaponía azul y amarillo sin mezclarlos. Así, cuando el observador se sitúa a cierta distancia, la fusión ocurre en sus ojos y contempla un verde más nítido y vivo que el que habría resultado si los colores se hubieran mezclado en la paleta.

La técnica puntillista no encuentra su mejor expresión en Un baño en Asnières, dado que el autor la perfeccionó en obras posteriores, sobretodo en Un domingo de verano en la Grande Jatte, cuadro que muestra una escena muy distinta; unos elegantes parisienses que se divierten en un islote del Sena. En ésta y otras obras, Seurat pintó un denso borde de puntos, e incluso llegó a puntear el marco.

     Un domingo de verano en la Grande Jatte.

En febrero de 1890, Madeleine le dio un hijo a Seurat y lo llamaron Pierre-Georges. Al mes siguiente, el artista exhibió sus cuadros en la Sociedad de Artistas Independientes, junto con Pissarro, Rousseau y Van Gogh, quien en una visita al estudio de Seurat había calificado su obra como "una revelación de color".

El 26 de marzo de 1891, Surat enfermó gravemente de difteria o de meningitis. Al día siguiente, con ayuda de un amigo, llevó a Madeleine y a su hijo a visitar a su madre por primera y única vez. Dos días después murió, y a las pocas semanas pereció su hijo, víctima de la misma enfermedad, y lo enterraron junto a su padre. Las pinturas de Seurat se dividieron entre su hermano, Emile, y Madeleine.

El 3 de abril de 1900 se exhibió por fin la obra completa de Seurat.
Un baño en Asnières quedó en manos de Fèlix Fènèon, quien había descubierto el talento del pintor cuando éste tenía poco más de 20 años y había abogado por él desde entonces. En 1924 vendió el cuadro a los Fideicomisarios del Fondo Courtauld de la galería Tate por $3,560 libras, 16 chelines y 7 peniques, y en 1961 la obra fue trasladada a su sitio de exhibición actual, la Galería Nacional de Londres.

Tras la muerte de su amigo, Paul Signac escribió: "Sin dudas habría pintado muchos cuadros más..., pero ya había llevado a cabo su cometido. Había reflexionado sobre los problemas del pintor y, en términos generales, pronunciado la última palabra sobre temas como el blanco y el negro, la armonía de líneas, la composición, la armonía y el contraste de los colores..., e incluso sobre lo adecuado del marco".
Y añadió: "¿Qué más se le puede pedir a un pintor?"
Tom Rosenthal

1 comentario:

Dorian Deivis dijo...

Fantastico me encanta el puntillismo y este pintor, por acá les voy a compartir un enlance de una gran lista de los pintores puntillista de todos los tiempos:
https://www.buzzfeed.com/alonzor301/les-meilleurs-peintres-pointillistes-de-tous-les-t-36ijc?utm_term=.wo7dm9Z04#.uaxxjqEBd

aqui el orden de la lista:

1 Charles Angrand
2 Chuck Close
3Henri-Edmond Cross
4 Hippolyte Petitjean
5 Georges Lemmen
6 Maximilien Luce
7 Camille Pissarro
8 Georges Seurat
9 Paul Signac
10 Gabino Amaya Cacho
11 Ivette Bassam
12 YayoiKusama
13 Dionicio Veraméndez
14 Kevin Sprouls
15 Miguel Endara