Arturo Toscanini.
Era ilimitado el amor por la perfección que tenía el maestro Arturo Toscanini.
"Hijos míos", les dijo a los músicos de su orquesta una mañana, "vamos a ensayar una vez más El mar, de Debussy. Ayer quizás por culpa mía, me pareció que el espacio y la luz estuvieron bien expresados, pero nos faltó el aroma del mar al amanecer. Probaremos de nuevo, ¿quieren?
Le Figaro, de Francia
No hay comentarios:
Publicar un comentario