Antoni Gaudí
Pero a pesar de su humildad –o, más bien, en parte a causa de ella- Antoni Gaudí va camino de convertirse en el santo patrón de los arquitectos, acogidos hasta ahora a la protección de Fra Angélico y San Lucas como el resto de los artistas.
Gaudí era a la vez un filósofo, un genio renacentista y un santo, como demuestra la extensa documentación acumulada en la Santa Sede desde que su trabajo apareció en «L’Osservatore Romano» en 1921. Los documentos que acreditan su piedad y sus virtudes llegaron en el 2003, entregados por el entonces arzobispo de Barcelona, cardenal Ricard María Carles.
Igual que su templo es visible a muchos kilómetros de distancia, la santidad de Antoni Gaudí era patente, y así lo reflejó la prensa a raíz de su inesperada muerte en 1926, después de ser atropellado por un tranvía. El gran arquitecto vestía de modo tan humilde que los camilleros le tomaron por un anciano indigente y le llevaron al hospital de beneficencia de la Santa Cruz, donde Gaudí, visitando a mendigos enfermos, se había inspirado para su escultura de «la buena muerte» en una de las puertas del templo. Tres días después el famoso arquitecto catalán fallecía en el más completo anonimato.
Algunas fotos de sus obras:
Vista de la "Sagrada Familia" entre grúas y andamios.
Pórtico principal de la "Sagrada Familia".
Uno de los patios de la "Casa Batlló".
Azotea de la "Casa Batlló".
La Pedrera.
Exteriores de la Pedrera.
Croquis original de Gaudí.
"Hotel Attraction", por Joan Matamala a partir de los bocetos gaudinianos.
Palacio Espicopal de Astorga.
Juan Vicente Boo
Roma
ABC.es
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